ADIOS AL CINE EN BLANCO Y NEGRO
sábado, 13 de noviembre de 2010
Estimado amigo:
en pocas semanas se nos apagó el mejor cine español en blanco y negro, a Manuel Alexandre se le une Jose Luis Garcia Berlanga. Ninguno de los dos se encuentran ya entre los vivos. Aunque como bien sabes no soy una persona cinéfila, tengo que reconocer que tú me enganchaste a Berlanga. No se recordar las veces que he podido ver, antes en vídeo, luego en DVD, las pelís de este hombre de izquierdas que luchó en la División Azul del Tio Paco, para dar una buena imagen y que su padre, encarcelado por el mas cruel fascismo español fuera tratado con mas benevolencia de aquella trágica epidemia de hambre, piojos y mala leche que usaron unos españoles contra otros.
Cuantas veces oí como en las crónicas de la época los políticos abusa-pueblo hablaban de él y lo tachaban de "rojo". Y aunque lo era, lo mas apreciable de este hombre era como podia terminar una pelicula, censura incluida, y reirse en la cara de todos esos politicastros de enchufe, demostrar en el exterior como se vivia en la España de la postguerra montando cualquier historia.
Nunca he sabido decir cual de sus filmes me gustan mas, incluso una vez me eché una competición a mi mismo, la competencia estaba en ver varias de ellas repetidas veces y calificándolas quedarme con la que mas me gustaba, pero no pude, aunque si me quedé con tres de ellas Plácido, Calabuch y El Verdugo. Pero no por ello dejé de ver y seguiré viendo en cuanto pueda Bienvenido Mr. Marshall o ya en su época mas cercana ahora La Vaquilla.
No soy un buen cinéfilo, ni mucho menos un crítico, solo soy un pequeño fans de las pelis que me gustan, de los directores que me agradan, de los actores que dicen algo. Berlanga siempre se rió de los que mandaban, en la dictadura y en la democracia, se reia de ellos y de cualquier farsa montaba un guión que te entretenia, te divertia, te regocijaba de los que mandaban en aquella España ridícula de hambre, represión y señoritingos. Supo incluso reirse de una cosa tan seria como la guerra civil española y montar una extravagante farsa histórica de los frentes entre españoles de la misma sangre.
De aquel cine de los años 60 de Berlanga me encanta el trato que le da al cura de Calabuch, falso, embustero, tramposo y enviodoso que no entiende como un simple farero le gana al ajedrez. Siempre me ha sonado esta peli como la primera o de las primeras protestas anti-atómicas del mundo, en un momento de guerra fria entre potencias mundiales.
De Plácido, quizás su obra maestra, su humor negro, su sátira mordaz nos pone en bandeja aquella sociedad española mas provinciana en la que se monta una patraña alrededor de la pobreza, en la que ésta, la pobreza incomoda pero no se hace nada para evitarla y erradicarla. Mas de un españolito se ha sentido Plácido buscándose la vida con su "carramoto" y sus letras a pagar cada primero de mes.
De El Verdugo, quizás la de mayor humor negro, me quedo con el razonamiento increíble contra la pena de muerte. Los diálogos y la forma de pensar del verdugo viejo son tan crueles que en otras situaciones se te pondrian los pelos de punta: "me hacen reir los que dicen que el garrote es inhumano. ¿que es mejor la guillotina? ¿usted cree que se puede enterrar a un cuerpo hecho pedazos? El verdugo es una caricatura de la vida española, un panfleto de toda una sociedad franquista y represiva. El papel del genial Pepe Isbert nos da a entender que matar en nombre del Estado, es como un trabajo cualquiera.
Me quedo con el cine que hizo en blanco y negro, con aquel cine en las pantallas de aquellos maravillosos Lis Palace, Darymelia o Asuán. Amigo se nos esta yendo, si es que no se ha ido el cine en blanco y negro, el mejor cine español con sus tiquiñuelas y sus censuras, ya se nos fueron los grandes cines y teatros, ya se fué Berlanga.
Hasta pronto
en pocas semanas se nos apagó el mejor cine español en blanco y negro, a Manuel Alexandre se le une Jose Luis Garcia Berlanga. Ninguno de los dos se encuentran ya entre los vivos. Aunque como bien sabes no soy una persona cinéfila, tengo que reconocer que tú me enganchaste a Berlanga. No se recordar las veces que he podido ver, antes en vídeo, luego en DVD, las pelís de este hombre de izquierdas que luchó en la División Azul del Tio Paco, para dar una buena imagen y que su padre, encarcelado por el mas cruel fascismo español fuera tratado con mas benevolencia de aquella trágica epidemia de hambre, piojos y mala leche que usaron unos españoles contra otros.
Cuantas veces oí como en las crónicas de la época los políticos abusa-pueblo hablaban de él y lo tachaban de "rojo". Y aunque lo era, lo mas apreciable de este hombre era como podia terminar una pelicula, censura incluida, y reirse en la cara de todos esos politicastros de enchufe, demostrar en el exterior como se vivia en la España de la postguerra montando cualquier historia.
Nunca he sabido decir cual de sus filmes me gustan mas, incluso una vez me eché una competición a mi mismo, la competencia estaba en ver varias de ellas repetidas veces y calificándolas quedarme con la que mas me gustaba, pero no pude, aunque si me quedé con tres de ellas Plácido, Calabuch y El Verdugo. Pero no por ello dejé de ver y seguiré viendo en cuanto pueda Bienvenido Mr. Marshall o ya en su época mas cercana ahora La Vaquilla.
No soy un buen cinéfilo, ni mucho menos un crítico, solo soy un pequeño fans de las pelis que me gustan, de los directores que me agradan, de los actores que dicen algo. Berlanga siempre se rió de los que mandaban, en la dictadura y en la democracia, se reia de ellos y de cualquier farsa montaba un guión que te entretenia, te divertia, te regocijaba de los que mandaban en aquella España ridícula de hambre, represión y señoritingos. Supo incluso reirse de una cosa tan seria como la guerra civil española y montar una extravagante farsa histórica de los frentes entre españoles de la misma sangre.
De aquel cine de los años 60 de Berlanga me encanta el trato que le da al cura de Calabuch, falso, embustero, tramposo y enviodoso que no entiende como un simple farero le gana al ajedrez. Siempre me ha sonado esta peli como la primera o de las primeras protestas anti-atómicas del mundo, en un momento de guerra fria entre potencias mundiales.
De Plácido, quizás su obra maestra, su humor negro, su sátira mordaz nos pone en bandeja aquella sociedad española mas provinciana en la que se monta una patraña alrededor de la pobreza, en la que ésta, la pobreza incomoda pero no se hace nada para evitarla y erradicarla. Mas de un españolito se ha sentido Plácido buscándose la vida con su "carramoto" y sus letras a pagar cada primero de mes.
De El Verdugo, quizás la de mayor humor negro, me quedo con el razonamiento increíble contra la pena de muerte. Los diálogos y la forma de pensar del verdugo viejo son tan crueles que en otras situaciones se te pondrian los pelos de punta: "me hacen reir los que dicen que el garrote es inhumano. ¿que es mejor la guillotina? ¿usted cree que se puede enterrar a un cuerpo hecho pedazos? El verdugo es una caricatura de la vida española, un panfleto de toda una sociedad franquista y represiva. El papel del genial Pepe Isbert nos da a entender que matar en nombre del Estado, es como un trabajo cualquiera.
Me quedo con el cine que hizo en blanco y negro, con aquel cine en las pantallas de aquellos maravillosos Lis Palace, Darymelia o Asuán. Amigo se nos esta yendo, si es que no se ha ido el cine en blanco y negro, el mejor cine español con sus tiquiñuelas y sus censuras, ya se nos fueron los grandes cines y teatros, ya se fué Berlanga.
Hasta pronto
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